Si fuera tan fácil como poner corrector

Hace no muchos años todavía existían en la lucha libre mexicana los medios y periodistas educados a la vieja usanza. En los tiempos de esa vieja usanza, la casi artesanal confección de una revista, y más en el -sobre todo en esa época- deplorablemente atrasado medio de la lucha libre profesional mexicana, permitía toda suerte de pasquines de auténtica risa loca.  Un caso muy peculiar para entender la retrospectiva resulta la revista La Magia del Ring, dirigida por Hilario Valenzuela,  publicación que en su tiempo fue de gran trascendencia en el medio, y dicho sea de paso, fungió como plataforma de difusión casi exclusiva para AAA, cuando las otras revistas daban poca cobertura a la empresa. Entre otros temas cómicos como su singular sección de cartas al editor,  La Magia tenía por costumbre borrar, con corrector, los rostros de aquellos que no querían que aparecieran en la foto, en una época donde el periodista especializado solía privilegiar sus criterios personales a los dos focus reales que debería de considerar: el compromiso editorial y el factor negocio. Viejos tiempos en que las cámaras de rollo todavía existían, y el software de Adobe aún no sustituía al lápiz adhesivo.

Hoy no es tan fácil como utilizar resistol, diúrex o corrector para borrar la cara de determinado elemento, pues las revistas de lucha se han desarrollado. Eso lo sabe bien El León Negro, conocido como Psicosis o como Psicosis II. En la época actual, revistas como La Magia difícilmente tendrían cabida, pues con el surgimiento de propuestas editoriales más desarrolladas, como Super Luchas y Luchas 2000, compitiendo con la tradicional y longeva Box y Lucha, el periodismo luchístico se ha convertido no solo en una microindustria dentro del propio medio, sino en un cúmulo de espacios donde la pluralidad ya es ideario.

El León Negro aplicando una tapatía en Triplemanía V/Tijuana, muy contento

Hacer un uso inteligente de estos medios, mismos que regularmente buscarán las dos versiones en caso de un conflicto se convierte en cuestión estratégica para las empresas y luchadores (cabe acotar que la revista más parcial del mercado parece ser Luchas 2000, entre otras cosas debido a que su editor principal trabaja para el CMLL).   Así pues, dando el beneficio de la duda y atribuyendo el hecho a la libertad de expresión de León Negro siendo respetada y heróicamente promovida por Luchas2000, hablaremos de la famosa y tan traída portada que hasta "artículo del año" ha sido nombrada, donde este luchador le quita la máscara a Tóxico. El mismo que en fechas recientes interpretara a Psicosis en AAA -nombre que, igual que a su antecesor, y por más esfuerzos que la propia AAA hiciera para enaltecerlo, siempre le quedó grande-.

Algunas reflexiones sobre el caso Psicosis.

1.  La Ley Federal del Derecho de Autor, como su nombre lo indica, tiene por efecto proteger la creación de los autores, en primer lugar. Psicosis es un personaje humano de caracterización, ideado por el licenciado Antonio Peña y cuya reserva de derechos obra en favor de AAA. Por esa razón, un elemento que se puso por primera vez el nombre más de cuatro años después de que éste se presentara públicamente, no puede, y sobre todo, éticamente, no debe, tratar de hacerse con la titularidad de algo que obviamente no creó. El personaje humano de caracterización "Psicosis" pertenece a AAA, y el verdadero "Psicosis" es quien ésta designe, no hay más verdad que esa.
2. El primer luchador en llamarse "Psicosis", bajo el permiso de AAA, fue Nicho el Millonario. Por tanto la afirmación de "Psicosis sólo hay uno" y planteamientos del "original Psicosis" refiriéndose a León Negro, salen sobrando. En realidad han existido tres luchadores de talla normal llamados Psicosis, dos de ellos se han salido de la empresa y uno de ellos, el segundo, El León Negro, continúa utilizando el nombre que no le pertenece. Eso sin contar a los Mini Psicosis, uno de los cuales perdió la máscara ante Octagoncito y sigue luchando tapado en el CMLL con otro nombre.
3. Debe de reconocerse que Tóxico es una persona bipolar: por un lado hace gala de madurez al dejar el personaje (¿O en realidad habrá tenido miedo de encontrarse en algún pasillo con León Negro?) y por otro lado muestra un infantilismo a ultranza, prestándose a un juego que le cierra para siempre la puerta de AAA y hasta de otras empresas que solían simpatizar con él, DTU una de ellas. 
4. Aunque León Negro ha tenido alguna continuidad en el CMLL, la mayor parte de aquellos que llegaron con él han desaparecido del firmamento de estrellas de la Arena México, en la misma medida en que ésta ha ido vaciándose de nuevo ante la nula capacidad del CMLL para mantener vigente una historia que pudo haber dado mucho más. Típico en ellos. Y típica también la actitud de León Negro, al utilizar a un elemento más joven que él, prometiéndole trabajo, prometiéndole "arreglarlo" en la México. Pamplinas. Seguro Black Abyss se acercó con él buscando que lo colocaran en el CMLL. Tóxico se está formando en la misma fila que Abyss, aquella que no necesariamente se dirige al vestidor de la México, sino más probablemente al anonimato, al olvido. No hay que olvidar el hecho de que León Negro es o ha sido promotor, que Kráneobrije ha sido programador, es gente que sabe de políticas, que está acostumbrada a tratar y mediar con los luchadores, a convencerlos, a motivarlos. 
5. Sobre Luchas 2000, en apariencia es una revista supeditada al CMLL, algo natural, ya hablamos en el pasado de esto: algunos medios se supeditan editorialmente a sus anunciantes. Sin embargo Luchas2000 ha dado muestras de imparcialidad con todo y este factor y el otro -uno de sus editores que trabaja como maestro de ceremonias, comentarista y quizá otras cosas más, para el CMLL-. 
6. Pocos han señalado el detalle, pero parece que León Negro trató de copiar o hacer una burda parodia de la foto que AAA publicara en diciembre pasado, donde Nicho, el primer Psicosis, "apadrinó" al nuevo Psicosis (Tóxico) cuando éste debutó:

Se acabó la época del corrector en las fotos. Hoy las revistas son más profesionales, y también tratan de ser, al menos un poco, imparciales. Tóxico se quita una máscara que no es suya, utilizando para ello las manos de alguien que tampoco es el dueño, pero también la utiliza.  León Negro, el midcarder venido a más, seguirá tratando de perpetuarse en la explotación de la creatividad ajena. Tóxico seguirá siendo un mid-low por ahí. El corrector en su cara no es necesario. Tal vez sea su última vez en una revista especializada. Por lo pronto,  y sólo por diversión, tomaré mi Liquid Paper y lo embarraré en su cara.

Al final del día, tanto AAA como el tijuanense que puso en lo alto esa máscara deben estarse riendo de todo esto.