miércoles, 23 de diciembre de 2015

La creación de nuevos ídolos y la venda llamada nostalgia

Mucho se habla de que las empresas de lucha libre han tenido dificultades para crear nuevos ídolos a lo largo de los 15 años que lleva este siglo. Y sin duda esta crítica es una de las más recurrentes que se pueden ver en las redes sociales, y aunque muchas veces contradigo este tipo de comentarios he de reconocer que éste tiene mucho de cierto, ya que, en efecto, la creación de estrellas de los años recientes no ha sido la más prolífica de la que se tenga memoria. Hagamos un ejercicio evaluatorio de este tema.

Antes de tocar el punto, quiero matar una gran falacia en la que mucha gente cree, conscientemente o no: todo tiempo pasado fue mejor. El creer que los luchadores de antes son mejores que los actuales sólo por ser eso, de antes, es una práctica poco crítica. Para hacer un comparativo válido entre el antes y el ahora debemos de quitarnos una venda, o varias, de los ojos, pero referiré a la que nos ciega por medio de un elemento muy frecuente: la nostalgia. Para hacer este ejercicio, debemos necesariamente hacer la nostalgia de lado. Hecho el disclaimer, sigamos.

Es común leer en las redes sociales comentarios de aficionados que critican a AAA y el CMLL y a sus actuales luchadores, comparándolos con los que antes tenían y añorando los días de gloria de estos luchadores de antaño y de lo sanas que las empresas estaban cuando los tenían en su elenco. Por ejemplo, leí un comentario de un aficionado que posteaba la imagen de un cartel de hace no muchos años en el que aparecían Dr. Wagner Jr., L.A. Park, Hijo del Perro Aguayo, Héctor Garza, etcétera, y comentaba algo así como que esos-sí-eran-luchadores, no-como-los-luchadores-de-papel-de-ahorita (sic).

Es gracioso recordar que más o menos por la época en que AAA basaba sus carteleras en los nombres arriba mencionados, recuerdo haber leído comentarios llamándolos luchadores de papel, y asegurando que Los Vipers y Los Batos Locos sí eran luchadores. De igual manera, cuando todavía Los Vipers y Los Batos luchaban en la empresa, se les llamaba luchadores de papel creados por la publicidad, copias, etcétera, mientras que Fuerza, Panther, Lizmark, Morgan, y otros que para entonces ya no estaban en AAA, esos sí eran luchadores. También cuando surgió AAA, muchos aficionados resistentes al cambio opinaban que los mencionados no eran luchadores y que las buenas luchas eran las de José Luis Barajas "El Faraón" y Alfonso "El Tanque" Dantés. Y seguramente en los tiempos de éstos también había aficionados márgaros que lloraban por la época de gloria del El Cavernario Galindo, aseverando que ésos sí eran luchadores. Es un fenómeno que se repite una y otra vez provocado por la nostalgia, esta última una venda en los ojos que nos hace poco objetivos, sesgando nuestras críticas.  Lo mismo se da en muchos otros ámbitos: Kimba el León Blanco y Candy Candy sí eran caricaturas, no Dragon Ball.  Dragon Ball y Los Caballeros del Zodiaco sí eran caricaturas, no Bob Esponja, y así hasta el infinito. Es un hecho: la nostalgia resta objetividad a nuestras críticas. Si YO lo vi de niño, es porque era fabuloso. Ahora que ya no soy niño, lo que le gusta a mi hijo está mal o es de un perfil más bajo que lo que a mí me gustaba. Cuestión de ego y naturaleza humana.

Bien, quitémonos ya la venda de la nostalgia y analicemos. ¿Qué ídolos de gran envergadura tiene la lucha libre hoy en día, surgidos en los últimos años?

Tras el fenómeno del Místico original y el encumbramiento mundial de Rey Mysterio, se han generado pocos ídolos de estatus permanente en México. Hay estelaristas regulares, pero no muchos luchadores han llegado al nivel de ídolo.

Vamos a hacer un ejercicio. Analizando el cartel del evento Infierno del Ring del CMLL, a realizarse el día de navidad de 2015, podemos leer los siguientes nombres en la lucha principal: Blue Panther Jr., Sangre Azteca, The Panther, Tritón, Esfinge, Pegasso, Fuego, Raziel, Super Comando, Cancerbero y Puma. Se trata de una lucha de apuestas, por lo que la ausencia de estrellas consagradas se entiende. Abajo tenemos a Carístico, quien en el pasado fuera el gran ídolo Místico, unido a Místico II, ante el ex estrella de AAA Cibernético, quien también llegó a ser taquillero y es un estelarista consolidado. Con Ciber subirán Volador Jr., un ídolo en la Arena México, y Último Guerrero, otra estrella consagrada que podría considerarse hecho en este siglo (aunque su carrera empezó años antes, de hecho con este nombre debutó en Promo Azteca). En las luchas de abajo destaca Máximo, quien para sorpresa de muchos se convirtió en Campeón Completo del CMLL, pero aún está lejos de ser un ídolo, y en el bando rudo alguien que se podría considerar un ídolo local del circuito de esa empresa: El Negro Casas.

Hablando de nombres no es un mal programa, y nos muestra que la escuela de creación de talento sigue funcionando, a pesar de que no siempre cuente con la mejor dirección. También podemos ver que los nombres fuertes (taquilleros, mediáticos) son los menos. Y así, con este tipo de programas realizados de manera periódica (quitando, por supuesto, la lucha de apuesta), el CMLL sigue sin conseguir buenas entradas en sus locales.

En contraste, llama la atención lo sucedido el domingo 27, donde la presencia de Los Dinamita, Atlantis, Rayo, Octagón, etc., logró una entrada aceptable en la México, como no se había visto en un buen tiempo. Aquí es donde la venda de la nostalgia, mezclada con el cariño que los aficionados le toman a ciertos luchadores,  juega nuevamente su papel,  sin importar que luchadores como Octagón ya no hagan prácticamente nada arriba del ring. Y quiero aclarar: no está mal el hecho de querer ver a esos luchadores que llevan más de 25 años en la brega, pero no podemos negar que la venda de la nostalgia hace que no le demos oportunidad a elementos nuevos; por ello la responsabilidad sobre la falta de ídolos actuales recae, en parte, en la propia afición, estacionada mentalmente en el pasado.

No obstante, el ídolo actual del CMLL, que si bien no tiene el nivel que tuvo Místico pero sí está cerca de ser el ídolo por excelencia de esa empresa, es sin duda Rush. Es un caso legítimo de un ídolo natural creado ahí.

En el caso de AAA, donde las entradas generalmente son excelentes en las plazas donde se presenta y aún tiene la ventana de la televisión abierta para exponer su contenido,  la empresa ha trabajado proyectando durante años a talentos como Fénix, Daga, Aerostar, Drago, Taurus y varios más, pero sin lugar a dudas el más importante de esta generación ha sido Pentagón Jr., un hombre nacido para la lucha libre, que consigue cimbrar las arenas cuando se presenta con su gran carisma. Un ídolo nato que sin importar su papel de rudo despiadado y tramposo, es aclamado por la gente tanto en México como en Estados Unidos, donde es una de las principales figuras de Lucha Underground.


Igual que su competidora, AAA tiene muchísimo talento joven en sus filas, mucho del cual ya ocupa lugares estelares junto y ante los grandes nombres de la empresa como Rey Mysterio, La Parka y El Mesías. Sin embargo, hay que señalar que a pesar de la presencia del Cero Miedo y de las oportunidades estelares a los jóvenes, la producción de ídolos también ha sido lenta e incluso se ha recurrido en años recientes a leyendas como Los Villanos, Psicosis, Canek y otros, apelando a la nostalgia.

En la lucha libre americana se vive exactamente lo mismo, y basta con recordar las constantes apariciones en la WWE de elementos como Shawn Michaels, Scott Hall, Kevin Nash, X-Pac, Faarooq, John Bradshaw Layfield, New Age Outlaws y muchos otros ya retirados, para "calentar" los programas de televisión, sin mencionar los nombres de Sting, Undertaker y el propio Triple H. Hoy por hoy la nostalgia vende, y más considerando que los niños de hace 20 años ahora son adultos con poder adquisitivo.

Puede que esta crítica, que señala que las empresas no han creado ídolos, tenga mucho de cierto. Pero generalmente al hacerla olvidamos un factor muy importante: la evolución de los medios, que incluye la llegada y masificación del internet. A mayor oferta de medios y contenidos, mayor determinación del espectador para decidir qué es lo que ve en ellos. Así, menor "verticalidad" y centralización en cuanto al flujo del contenido que se consume. Antes, en México, la gente veía lo que Televisa decidía que iba a ver. Hoy esta realidad ya ha empezado a diluirse, y la audiencia se ha vuelto más independiente y a la vez menos impresionable. Hoy, "crear un ídolo" ya no significa, requiere, plantea, lo mismo que hace veinte años. Crear un ídolo ya no es lo que era.

La oferta de contenidos y de entretenimiento en general ha aumentado en todo el mundo (no es coincidencia que el fenómeno se repita en distintas empresas y países), y con ello ha emergido un nuevo tipo de audiencia, a la que la lucha libre tiene que impactar y enamorar para sobrevivir. La diferencia entre la época anterior y la actual es que ahora es necesario echar mano de nuevos recursos y estrategias. Los tiempos en los que El Toreo se llenaba cada domingo solamente con la publicidad que le daban las revistas de lucha libre, son historia. Los tiempos en que los aficionados reaccionarios que desean volver al pasado, también. Un réquiem para la nostalgia, mientras nos descubrimos los ojos.